viernes, 21 de agosto de 2009

Des-pasito

Deshojo en pétalos de sangre tu pubis de rosa

Des-pasito

Deshojo de tus ojos lágrimas de cocodrilo

Quiero decir que soy una serpiente entre tus pechos amamantada

Que ovillado sobre tu pelo de alfabeto espeso

aprendí a decir el amor

que es un oro impronunciable

el amor —como la apéndice— es un órgano ya inútil

los hombres antiguos fueron amantes antes que recolectores

besaban como si mordieran uvas

amaban antes de amanecer

hoy el amor nos duele de repente

a veces en la noche vacía

cuando la luna asoma su rostro

pálido como un lamento

y su casi risa amarillenta

nos marchita los ojos de luz tenue.

Te he comparado a ti con una rosa

porque en ningún otro ser se abrazan

el color y la inocencia, deberían haberte guardado

para los tiempos de sodomía

para los nefandos días en que ningún narciso se arrepienta

me comparo a mi con una serpiente

porque mis ojos exactos nunca duermen

¡por eso me doy el lujo de soñarte despierto¡

Tejerte con quimeras mientras te miro desde mi eternidad de luz

Deberían haberme guardado dentro de tu pecho

Para que ofrezcas tu corazón un día

Como rosa de veneno

Con todo, nefandos colibríes vendrían a beber

tu aguamiel de cicuta dulce.

Deshojo mi frente de ideas

y llueve te recuerdo

deshojo de palabras mi garganta

y cosecho este canto

rojo

rojo

rojo

no hay otro color

para mirar

cuando de tus labios

se desprende

un

beso.

viernes, 17 de julio de 2009

Poema en Rosa (recordaciones)


Al principio de cada capítulo de la Pantera Rosa aparecía un fantástico y original automovil de color rosa llegando al Hollywood Chinese Theatre. Lo conducía un chico joven rubio que usaba casco. Una vez estacionado salían de él la Pantera Rosa y el Inspector Closeau para presenciar el show. Al finalizar el espectáculo, al final de cada capítulo, volvía a aparecer el coche en el que se montaba el Inspector y se ponía en marcha sin esperar a la Panrtera Rosa que salía corriendo tras él. Sin duda, en los años 70, con las reminiscencias de la psicodelia, este coche se convirtió en un icono, y aún hoy se puja por él en Ebay.


El coche, construído originalmente usando un Oldsmobile Toronado como base, fue fabricado en 1969 por el especialista Jay Ohrberg creador también del Batimóvil de Batman Regresa, el General Lee de los Dukes de Hazzard y el coche de policía de Robocop, además de l clásico Delorean de Back to the future vean las fotos aquí (www.jayohrberg.com)cuenta con un gigantesco motor de 7 litros y mide nada menos que 7 metros de largo. Se llama PantherMobile, no tiene parabrisas porque romperia el esquema deportivo del modelo. La cabina esta muy adelante porque en la parte trasera esta una sala estilo "minilounge" (de donde salen la pantera y el inspector), con sillón, televisor y otras comodidades.

sábado, 6 de junio de 2009

Cato III (a la despedida)


"Lo nuestro duró
lo que duran dos peces de hielo
en un güisqui on the rocks"
J. Sabina

El fuego y la saliva
el mar y todos sus apetitos
la conciencia flamígera
espadas de metal fundido 
todo amor es un espasmo
no sé porque lo digo
no sé porque te persigo
no sé porque te idolatro
si fueras ángel que parte nubes con las manos
sortílego ángel que sonríe
los colores arco iris te visten la desnudez
la penumbra te afirma a la pupila desmañanada
pupila enferma lánguido cristal de copa
Debussy y la lluvia se llevan muy bien
las teclas en bemol traen al agua
el silencio asecha las femélicas panteras
eres como un apetito de la inconciencia
en lo sueños 
en las evocaciones
en el secreto de las habitaciones
en el eco de las cavernas
(estalactitas y estalagmitas) 
que se repite en el tímpano del espeleólogo
tan acostumbrado a no comer
tan acostumbrado a no besar
siete años de mala suerte por romper un espejo
funámbulo en la línea del tiempo
malabares sobre delirios
el aire movediza tumba de mariposas
sobre tus alas aterrizan todos mis sueños
adónde iré a llover ahora 
que el filo de un adiós rasgó la crisálida
donde te guardaba
¡oh lepidóptero sin alas!
te escapas de la libertad que te esclavizaba
te lanzas al vuelo infinito
por el cosmos tan inmensamente pequeño
si en mi mano tenias el saludo 
y la comida
si en mis ojos tenias
un par de espejos
y un estuche de aguaceros
qué flor se exilia del bosque
qué río no abandona su caudal
vivo en el planeta Tierra que es de agua
el planeta Agua
tu te llamas mujer
y deberías llamarte amor
hecha de saliva y fuego
en una noche en que la sonrisa del agua
cubría todos lo silencios
te vas
pequeña mandrágora de mi jardín
flor discreta de estepario
anémona de sol
agua de cántaro decantada sobre el breve estiaje
te vas y te llevas el color de mi futuro
desde hoy después del agua
entre nimbostratos florecerán arco iris negros
porque es el amor el que da a la vida
el color encendido y el aroma nuevo
te vas
ojala te fueras
pero tu imagen no es la única presencia
quien se llevará el tacto
quien desvanecerá el aroma
que silencio callará tu voz
que ráfaga de sol 
marchitará el sabor de tus labios
te vas
ojala te fueras
y tu sensación no prendiera más
los apetitos
seré un esperanticida (sic) 
un asesino de recordaciones
hasta ver el último estertor
de las alas verdes
tus alas
hoy fugitivas
quizá
mañana 
vuelen
vuelvan
por
su 
dosis
de 
ternura.

Ameht Rivera




sábado, 16 de mayo de 2009

Opus X

Sobándole la panza a un  cocodrilo,

Para chuparle todas sus lágrimas.

Ya no quiero amor, ya no quiero amar

Ya no te quiero a vos, y vos sos mi prejuicio,

Mi albur cotidiano, el resorte profano de mi acción,

No te ocupes de mi despido, sin ti  no diré que no soy nada,

Pero sólo quedo yo.

 

Parado sobre de esta sima que creció hacia dentro,

Te ofrezco mi despido en pétalos de circunloquios,

Para no decirte adiós.  El corazón a todo vapor,

Lo ojos ensayando un aguacero, no diré que no soy nada,

Pero solo quedo yo.

 

Me aviento al agua ¡quien dijo miedo!

Los cantos del porvenir sofocan el fuego de tu viejo altar,

Los gatos no maúllan, las gotas no asesinan aguas,

 la zopilotada no bajó a desayunar,

El cielo con carcajadas de estrellas, recordándome las

Noches que horadaste de quejidos y las lunas bellas

Que perseguiste hasta alcanzar.

 

Sobándole la panza a un cocodrilo, me voy,

Pero no sin antes irme, no sin antes arrancarte el

Último quejido petrificante ¡adiós mandrágora!

viernes, 23 de enero de 2009

Opus XII

Pensarte mía,

princesa ajena,

sirena con alas de peces insurrectos

y dedos de suaves anémonas.


Me duele en el centro del amor tu cándida altivez

de muñeca de vitrina,

tu rostro sembrado de aromas que prende

luciérnagas ambarinas en las habitaciones más

obscuras de la sangre,

tu piel afinada en tonos de canela

por los dedos de la noche umbría que esculpe

estatuas de carne sobre mi iris sordo de otras caras.


Me gusta dispararte pensamientos desde mi ventana

cuando pasas por la calleja abriendo los parpados

del mundo para que vigile tu hermosura.


Pensarte, ajena mía,

es aprisionar tus instantes, ¡ay tan breves!,

entre los dedos de mi alma cautiva, como se retrata el

gentío que va huyendo del aguacero frente al trémulo espejo

de una gota indecisa entre el suelo y la rama.


Nada cuesta decir ¡mía!

pero como socava decir ajena.


Mi corazón de arena chapotea

en las aguas de tu cercanía, luciérnaga amarga,

nada cuesta que te digas mía

sobre la lápida de tu difunta dignidad, muerta en

cruentos deslices como batallas, muñeca de vitrina,

nada cuesta desgarrarte el vientre con

carcajadas de carne.


Nada cuesta pensarte mía,

pero ojala -como dijo el perro, mientras se

masturbaba- el hambre también se calmara con

sobarme la barriga, Princesa, ajena mía.


Nada cuesta dejar de pensarte,

ajena o mía, y salir de este dulce manicomio donde

se vacuna mi cabeza de descordura, para ingresar a un hospital

donde se me atienda con premura la tristeza.

verhta ramiê

jueves, 22 de enero de 2009

Canto Inacabado

Le canto al aire,
le canto a la memoria,
le canto al sueño,
pero a la vida no le canto.

Le canto al gesto de amor inacabado
le canto al rojo posible de unos labios imposibles e impasibles
le canto a la mirada discreta, pero contundente.

Le canto al canto que vuelve a tu corazón un nudo ciego
(a cuántos nudos estaré de ser náufrago de tus aguas)
le canto al cántaro y al cátaro, sólo por cantarles
le canto al corazón perfumado que se mece en mi recuerdo .

Le canto al canto de Walt Whitman
le canto a la cruz del gólgota
le canto a un amanecer contigo.

Le canto a estas cinco consonantes: cs nyd
Le canto a estas quatro vocales: ia aú
Le canto a pronunciar tu nombre bajo mi nariz .

Le canto a la doble r de los cerros
Le canto a la f de los falsos profetas (a ti Mahoma)
Le canto a las hormigas negras que parecen improvisar, sobre paredes,
desconocidos abecedarios .

Le canto al sueño de un Azul Aristóteles
Le canto a todas las marías vírgenes, pero a las mudas vírgenes marías, no les canto
Le canto a las dendritas y los axones de tu mente que platican de pensarme.

Te canto a mí
Me canto a ti
nos cantamos en silencio,
en silencio nos cantamos.

Calla; amor vedado, verde-rosa, corazón acorazado
deja que el silencio silbe, de ser posible, lo que aún no hemos cantado.

vertha ramiê