Te escribo, y tengo un delfín en el pecho.
Soy un mar equivocado. Repleto estoy de
oxidados recuerdos, estrellas y profundos peces.
Silente y salado me mantengo.
A tu cielo le ofrezco mi sacrificio de lontananza.
Ávido estoy de tus pies zahondados en mi arena,
y de tu rostro intangible sumergido en mis tristes aguas.
Cuando amanece la noche te sueño dormido,
porque soñarte despierto es mi otro hábito;
voy y vengo sobre tu suave playa que penetro
con profunda humedad.
Por una suerte divina, se abre mi boca de agua
Y tú acudes pronta a anegar tus blancos faraones.
Anclada a mi, pronuncias una leve súplica que se
estrella en tu hosca aquiescencia. Ambos improvisamos
un breve maremoto, y yo vuelvo tibiamente a ser
afluente del viejo Nilo.
Te escribo; vos sos la mar,
y yo un delfín equivocado.
nemo nihil
1 comentario:
...mi querido `poeta, leer una vez mas tus palabras tan llenas de sentimientos , calma mis propios dolores....de verdad estas letras que estan frente a mi, traba mis propias palabras , que pequeña me siento ante tanta prodigidad !
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